Volvemos al teatro donde se fraguó La Republica
Ayer volvíamos al teatro donde hace 18 años, se fraguaba el embrión de lo que hoy es Teatro La República. La Casa de la Cultura del Cruce de Arinaga, acogerá de ahora en adelante todas y cada uno de nuestros nuevos proyectos.
En nuestro proceso de búsqueda de un espacio de creación y despúes de rechazar otros lugares, ha pesado muchísimo la vuelta a casa y la querencia que el concejal de cultura del Ayto de Agüimes, Don Francisco González y todo su equipo, siempre ha tenido con el teatro y con La República en particular.
Si bien es verdad que es importante disponer de espacios óptimos para la creación, no menos importante es crear rodeados de un ambiente propicio.
Como agradecimiento a aquellos Ayuntamientos y responsables de cultura que creen firmemente en la defensa de la cultura por encima de las mentiras y los recortes, hoy nos acordamos de la alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente vaqueros (Granada) en septiembre de 1931. Gracias por acogernos con los brazos abiertos….
«Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
«Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
«No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
«Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
«¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
«Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz».
Publicado el 02/10/2013 en Teatro La Republica y etiquetado en Ayto. de Agüimes, cruce de arinaga, teatro la republica. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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