Archivo de la categoría: Nano
Nano – Desembarcamos…
Desembarcamos, como ya viene siendo tradición, en el local de Los Lagartos de Migué…. Comienza el día con con el Rafa de siempre: madrugador, alemán en el ejercicio de sus deberes, entregado hasta la extenuación… Un hombre de fáciles encuentros con el que vivir, viajar y compartir sueños, es tan sencillo y simple como respirar…
Un café mañanero, un cambio de impresiones, el establecimiento del plan de trabajo de hoy, y a saco con nuestro Nano que llevaba esperándonos algún tiempo y nos aguarda en la sala de ensayos. Lee el resto de esta entrada
Nano – Tercer Misterio Doloroso: «Cómo mandar la pirola»
Nano es inventor…. También… Perfectamente sus creaciones podrían estar entre las más absurdas de la vida, aunque siempre tendrán por motivación solucionarla.
Si alguien se estuviera preguntando que demonios estaba pensando cuando se le ocurrió tal soberana gilipollez, la respuesta está en la misma pregunta… Acotar y controlar el pensamiento que se escapa y no controlamos…. ¿Es imposible patentar tal despropósito?… Veremos… Lee el resto de esta entrada
Segundo Misterio Doloroso: «Momento Peter Pan»
Magistral inicio del llamado Segundo Misterio Doloroso… Lee el resto de esta entrada
Nano – El Derecho a Hablar con Dios
NANO vuelve a la Iglesia que le vio nacer, crecer y que probablemente le arrope en el día de su muerte. La conoce bien al igual que conoce bien al Dios que la habita. Por ello NANO es el perfecto paciente de un psicólogo virtual al que nadie ha visto y todos conocen.
NANO no es tonto, ¿o si?. Es más listo de lo que parece, ¿o no?. Es difícil encasillar a NANO, intentar definirlo, pero si se pueden asegurar dos cosas: ni es simple ni aburrido.
NANO posee los mismos mecanismos extraños de la salsa agridulce de los restaurantes chinos, una dosis de acidez y amargor mezclada con sabor dulce y agradable: la boca lo agradece pero se saltan las lágrimas.
NANO es divertido y eso que lo que cuenta no lo es, pero lo cuenta a su manera, atrapa al espectador, lo envuelve en sus relatos, recorre su vida, sus inventos científicos, sus métodos para el control de las erecciones, su enfado con Peter Pan…. Pero por encima de todo, el miedo al paso del tiempo y a que lo atrape el Sacamantecas.
NANO es tierno, es como un enorme pan Bimbo que habla desde la ingenuidad más absoluta, desde sus ojos de niño grande. Y ya se sabe cuales son las dos grandes cualidades de los niños: inocencia e imaginación.
NANO es, en definitiva, una obra ideal para gente con miedo a la paternidad, crisis de edad y disfunciones eréctiles.